El primer mes del calendario suele traernos a los ajedrecistas malas noticias en los últimos años.
El 17 de enero de 2008 murió en Islandia el inolvidable e inigualable Robert James Bobby Fischer. Cuesta creer que ya hayan pasado dos años de su deceso. Semejante talento, apasionado por el juego ciencia, difícilmente sea igualado por otro ser humano.
Puede gustarnos o no el estilo y su forma de actuar pero su ingreso a las altas cumbres del ajedrez marcaron un antes y un después en lo que al juego ciencia se refiere. Se lo extraña pero gracias a Dios tenemos su legado para consolarnos. Quienes quieran ver una galería enorme de sus fotos ingresen al siguiente site: http://www.echecs-photos.be/BobbyFischer-photos/index.html
El 23 de enero del año pasado tuvimos otra mala noticia con la desaparición del veterano y querido gran maestro argentino Héctor Decio Rossetto.
Su incursión desde temprana edad en el mundo del ajedrez a base de esfuerzo y talento fue siempre valorado por el mundo ajedrecístico. Si a ello le sumamos entre muchas otras aventuras que eligió vivir su paso por Hollywood podemos sentenciar que estamos frente a un personaje muy singular que supo ganarse el afecto de la gente que estuvo con él cualesquiera fuera el reducto donde se encontrasen.
Y por si todo ésto fuera poco, ahora recibimos la triste noticia que el lunes 11 de enero de 2010 ha fallecido tal vez el más longevo jugador de ajedrez: el alemán nacionalizado argentino Franz Benko que con sus 99 años aún tenía entusiasmo para jugar o componer algunos de sus enigmáticos y prodigiosos problemas.
Hemos de extrañarlos a los tres, por su entusiasmo, por su amor al ajedrez y por sus desinteresados aportes para que nosotros, aficionados de alma, podamos seguir disfrutando hasta la eternidad de todas sus creaciones.
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