Gracias al encuentro anual que realizamos en la casa de mi amigo y alumno Matías Epelboim junto al MF Diego Mussanti y a Diego López durante el abierto de Mar del Plata pude o más bien pudimos descubrir las bondades de un libro llevado por López denominado Ajedrez para cebras del GM escocés Jonathan Rowson.
Es mi idea ir estudiando dicha obra, haciendo mis comentarios al respecto y debatiendo con ustedes las reflexiones que de esta ida y vuelta surjan.
Toma I
Según el autor (y me permito agregar a determinados niveles de ajedrez) es preferible desarrollar habilidades a agregar nuevos conocimientos.
Acota que "el progreso comienza en el filo de su zona de comodidad" ¿pero cuál será la zona de cada jugador? Seguramente, cual ida a su gimnasio, si los músculos no sienten la sensación de tener que esforzarse esa rutina ha de ser en vano.
Lo que sabemos nos ayuda, nos orienta pero también nos limita: "El tipo de aprendizaje más útil para el progreso en ajedrez es desaprender". Usemos pues la metacognición (reflexionar acerca de nuestro pensamiento) para ello.
Por otro lado el pensamiento retrospectivo aporta al ajedrecista conocimiento (viendo lo que hice, yendo para atrás aprendo la lección) pero el pensamiento previsor le brinda soluciones (veo los problemas que he de tener: es una cuestión de habilidad).
Queda abierto el debate...
Es mi idea ir estudiando dicha obra, haciendo mis comentarios al respecto y debatiendo con ustedes las reflexiones que de esta ida y vuelta surjan.
Toma I
Según el autor (y me permito agregar a determinados niveles de ajedrez) es preferible desarrollar habilidades a agregar nuevos conocimientos.
Acota que "el progreso comienza en el filo de su zona de comodidad" ¿pero cuál será la zona de cada jugador? Seguramente, cual ida a su gimnasio, si los músculos no sienten la sensación de tener que esforzarse esa rutina ha de ser en vano.
Lo que sabemos nos ayuda, nos orienta pero también nos limita: "El tipo de aprendizaje más útil para el progreso en ajedrez es desaprender". Usemos pues la metacognición (reflexionar acerca de nuestro pensamiento) para ello.
Por otro lado el pensamiento retrospectivo aporta al ajedrecista conocimiento (viendo lo que hice, yendo para atrás aprendo la lección) pero el pensamiento previsor le brinda soluciones (veo los problemas que he de tener: es una cuestión de habilidad).
Queda abierto el debate...
1 comentario:
El libro se escribió en el año 2005. Mucho ha llovido desde entonces (escribo esto en el año 2018) y en particular en el campo científico de la neurociencia.
En este primer capítulo Rowson plantea una dicotomía que en mi opinión no es acertada. No hay que llenar la mente de conocimiento sino desarrollar habilidades dice... y digo yo, ¿por qué ambas cosas tienen que ser excluyentes?
Por otra parte el concepto de "desaprender" que menciona es realmente difícil de llevar a la práctica y parte de la base de que el ajedrez es algo así como el algebra, que hay que comprenderlo. En mi opinión, una vez sabes cómo se mueven las piezas el grado de comprensión depende del grado de conocimientos con que llenes tu SUBCONSCIENTE (no el consciente).
¿Qué pasa con los patrones? ¿No están configurandos por tu grado de conocimiento? Cuando Dvoretsky dice que hay que hacer cuadros posicionales se está refiriendo a alimentar a tu "bestia interior" el cual hará que realices buenas jugadas con facilidad y de forma casi automática. Pero tienes que alimentar primero a tu subconsciente con información, con muchos planes de juego, con muchas jugadas sorprendentes, con muchas ideas, etc.
Otra cosa es la habilidad. Lo anterior está muy bien y es necesario pero en general ¡no gana partidas! Te puedes quedar muy bien y plantar cara durante muchas jugadas a un rival trescientos puntos ELO mejor que tú, pero sin habilidad táctica y de cálculo tarde o temprando vas a mente la pata, aunque hayas jugado 40 movimientos magistrales. Existe una gran diferencia entre superar a un rival y vencerlo. Y para cubrir esa distancia es imprescindible el cálculo y la táctica.
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