lunes, 24 de agosto de 2015

El Pato está.

Bien temprano me he levantado y no puedo hacer todas mis tareas, entre ellas prepararme para el torneo: la imagen del Pato Giardelli viene incesante a mi mente.
A principios de 1982 en la puerta del Hotel Hermitage en Mar del Plata me dio un autógrafo 
-"Tomá nene, gracias" me dijo, yo lo miré y le devolví su sonrisa permanente.
Recuerdo mi primer torneo fuera de Buenos Aires en Azul y él jugando en tándem con el gran maestro Panno, me saludaba como si me conociera hace años sin sospechar que yo era aquel que le había pedido un autógrafo como a todos los participantes del Magistral de Clarín. Tiempo después te vi llegar sonriente una vez más al Abierto de Pinamar llevando en el cochecito a tu hijo mayor Enrico.
Como olvidar cuando viniste a dar una clase especial a la Escuelita del Club Argentino y yo no entendía cuando sacar la torre de la tercera fila en el final de Phildor...
 Jugué varias veces con él pero sobre todo verlo, saludarlo, charlar algunas palabras daba una sensación de 
optimismo, de voluntad de ir para adelante.
En el 2002 en el magistral de Viedma llegué con lo justo a la foto grupal y no tenía sitio dónde entrar en el cuadro, una vez más:
-"Vení nene, sentate acá" (casi como si fuera su hijo) fue la sentencia fraternal de él. Ya era adulto pero al Pato no le podías decir que no, su mirada y su buena onda te convencían siempre.
Creo, casi estoy seguro, que en los últimos años solías quedar mal en las aperturas solamente para que fluya la adrenalina y tu talento se viera obligado a aparecer para hacer la heroica, dar vuelta una partida que solamente vos podías hacerlo.
Aunque suene descabellado me haces acordar mucho a Tal, por ese fiel amor al riesgo, por ese vicio del cigarillo en mano y por el aprecio que generaste y vas a seguir generando en todos, ajedrecistas o no.
Busqué más de horas la foto donde osé sentarme arriba tuyo pero aún no ha aparecido, además creo que la siguiente imagen es la que mejor te representa, entre todos tus logros, el mejor.


¡Cuántas veces te habremos oído decir "lo que no te mata te fortalece"!! Ayy por Dios.
Vamos a seguirte homenajeando en el tablero en estas rondas que quedan de la Semifinal Argentina como en muchos torneos más, vos te lo mereces; seguro desde el Cielo cagándote de risa y con el faso en la mano vas a estar presente.
GRACIAS PATO, UN ABRAZO ENORME humildemente de mi parte, que no soy tu amigo pero tuve el placer de conocerte y estoy sospechando que  soy uno de tus tantos admiradores

Alejo de Dovitiis 23/8/2015