miércoles, 2 de octubre de 2019

La parábola M o A

Escucho voces, gritos, cierro los ojos y no entiendo qué sucede, o tal vez no pretendo asumirlo.
Me surgen M por todos lados: Macri, Muñeco, Monumental, Madrid, etc. etc.
Miro la tele y noto un equipo armado vs un rejunte de ¿estrellas? comandadas por un señor de traje que habla correcto pero no actúa en consecuencia, invierte en Ferraris para limitarse a dar la vuelta al perro, en el otro rincón uno pillo que, cuando le conviene llorar, cuando no calla, o manda mensajes intencionados pero a la hora de accionar es infalible.
Un dirigente se vanagloria que compra por 10 y vende por 30, otro ni habla de su déficit, pero entre bambalinas supera -siempre- a su hábil contrincante.
El VAR se usa mucho, curiosamente con asiduidad para el mismo lado, pero la diferencia es tan grande que ¿hay qué quejarse o mirar puertas adentro los errores qué se cometen? Quizás ambas cosas.
Como en el truco, hay veces que el que menos habla -o solamente lo hace en el momento preciso- es el que termina ganando.
Octubre se irá con resultados, posiblemente decisivos. y que marcaran ¿nuevos rumbos?
Ufff ahora me atormentan las A!! Armani, Andrada, Angelici, Alfaro, Alberto....
¡Qué arduo es y será todo!
¡Sí, se puede! Sí, ¿se puede?
¡Vos sabes que sí! ¿Vos sabes que sí?
Oremos... y que todo, pase lo que pase, sea en paz y civilizado, como debe ser.


martes, 15 de enero de 2019

Remes, rememos.

Me desperté y me dispuse a leer un artículo muy realista en Infobae.com del Dr. Roberto Cachanosky https://www.infobae.com/opinion/2019/01/15/un-debate-economico-entre-dos-populismos/?fbclid=IwAR2wxUS1nTHy-A42pqXD0vEWHmGhTOIFe4mcf1fuZvovtuSSUBbzztrjaMQ
Claro que en 2001 tocamos fondo, una vez más, pero tras el doloroso sinceramiento que hizo de la economía en el 2002 el Dr Remes Lenicov y un período de equilibrio y recuperación (que llegó a incluir el hoy insospechado superávit fiscal), la clase dirigente comenzó a elucubrar ¿Cómo nos perpetuamos en el poder?
Y así fuimos volviendo a las andadas...Una y otra vez, como un ciclo inevitable de los gobiernos argentinos.
Sea Cristina Fernández, Mauricio Macro, Roberto Lavagna o quien le toque, en diciembre del 2019 habrán de necesitar otro cirujano, al mejor estilo Remes, quien tras intervenir al enfermo crónico deberá salir corriendo del quirófano porque todos los males habrán de endilgárselos a él.
Y, tras ello, vendrá otra vez esa rotonda en el camino: en un sentido dirá; siga adelante, transforme y equilibre las cuentas; en otra dirección dirá: cierre la economía, emita pesos y sobreviva puertas adentro y el último sendero señalará: retroceda y vuelva por donde ha venido.
Ojala, cuando se acerque esa bifurcación, quien tenga el volante en sus manos, proceda según las normas y elija el mejor camino.

Alejo de Dovitiis © 2019

miércoles, 9 de enero de 2019

Un poco más allá del 2019

El sol ya ha caído sobre el último firmamento del año 2018.
Cada persona, con su balance, sus ideas, proyectos y esperanzas se anima a proyectar el nuevo año.
Más allá de nuestros respectivos sueños, es imposible soslayar el sendero que ha de transitar el país en materia económica, laboral, educativa y social.


Calendario lleno de elecciones, de números, de encuestas, de porcentajes, de cotizaciones, etc, etc.
Habrá que mirar para adelante y de reojo para atrás, intentando mejorar desde lo personal hacia lo colectivo.
Nos esperan muchos sucesos, desconocidos aún, que repercutirán de alguna en nuestra realidad.
Aunque paso a paso hemos de transitarlos, pensemos y pidamos a quienes nos dirigen que no se queden en el 2019, que tengan una visión de futuro un poco más amplia y constructiva.
Que la noción de inclusión pase del lenguaje (que tal vez sea lo menos urgente o necesario de cambiar) o otros ámbitos donde realmente se precisa.
Habrá más cosas para decir, muchas para contar a medida que pasamos un verano de suma inestabilidad meteorológica que -Dios quiera- no se traslade  a otros terrenos de nuestra coyuntura.
Vamos entonces por un amanecer mejor.

Alejo de Dovitiis ©2019.