lunes, 28 de junio de 2010

Las 2 caras del entrenamiento. Episodio VII

7) El universo de los finales (by Alejo de Dovitiis)

Se puede tener al final como un objetivo temprano en el juego pero lo normal es que provenga de un complejo o tranquilo medio juego.
También el final puede aparecer tras varias transiciones en el juego que finalmente desembocan en la última etapa de la partida.
Una tercera opción es que la última etapa de la partida aparezca en posiciones muy cerradas de medio juego, de maniobras lentas, donde uno de los bandos maneja ese momento como si se tratara de un final (por ejemplo desplazando su rey hacia el centro o hacia el otro flanco).
Un cuarto caso -habitual con piezas negras- es que se simplifique la posición para morigerar la iniciativa del adversario y buscar en el final la mejor chance práctica para arribar a la igualdad en la posición.
Otra hipótesis de paso al final es el denominado "cambio de ritmo": cuando un jugador tiene ataque, iniciativa y decide pasar el asunto a un final donde tiene otras ventajas que buscará imponer sin que su adversario tengas tantas chances de obtener contrajuego. Es una medida práctica y muchas veces inteligente ya que cambia el sentido de la batalla y exige una nueva postura a ambos contendientes aunque siempre la tiene más difícil quien ha de seguir en la postura defensiva.
Es de mencionar que quien orienta la partida hacia el final debería tener en claro o, por lo menos creerlo, cómo ha de planearlo.
Cuando se posee una gran técnica en finales y un profundo conocimiento de la teoría es más sencillo tomar el camino acertado. Las leyes de la teoría y los principios orientadores de la técnica ayudan mucho a la conducción de una etapa que, por existir pocas piezas sobre el tablero, se vuelve muy compleja.
Suelo decir que en el medio juego cada bando tiene de manera figurada un millón de dólares en recursos ya que hay muchas piezas actuando. En el final cada jugador tiene el equivalente a un dólar y con esos sólo debe arreglárselas. Por tanto, quien sea más sabio o más hábil ha de sacar mucha ventaja en este terreno.
Pasemos a reflexionar sobre una posible división de los finales de partida:
El final temático
Es aquel donde se presenta una estructura de peones típica y maniobras usuales de piezas. Es habitual que se de en variantes simplificadoras de determinadas aperturas (gambito de dama variante del cambio o Carlsbad por caso). En estos supuestos no hay excusa, si es que uno estudia esa línea de apertura, para no conocer los secretos de estos finales ya que forman parte de la naturaleza misma de ese esquema de juego.
El final sin patrones
Son situaciones atípicas, sin estructuras reconocidas y que deben ser descubiertos por el jugador en el tablero. Acá se ve la mano técnica del ajedrecista y sale a la luz su pensamiento esquemático (un ítem de suma relevancia en los finales).
Si el final presenta agudezas tácticas ha de ser imprescindible el cálculo concreto y el pensamiento profiláctico que intente reducir o evitar el contrajuego enemigo.
Aunque no existan patrones, en mayor o menor medida, jamás podrán dejarse totalmente de lado a los principios técnicos (por ejemplo: en el 95% de los casos los reyes deben activarse usualmente yendo hacia el centro del tablero).
El final con patrones falsos
Se trata de casos muy traicioneros donde lo normalmente bueno falla. Por eso, aún siguiendo los principios orientadores de la técnica finalística, ha de ser útil pensar si pudiere existir una falla o una mala valoración de lo que está aconteciendo. Es decir pensar sin preconceptos y buscando obtener una valoración rigurosa más allá de todo lo que nos puede servir para orientarnos en el manejo del final. Lo que los diferencia de los finales sin patrones es que aquí parece haber un camino correcto al alcance de la mano el cual termina siendo falso.
Los finales teóricos
La teoría ha estudiado determinados finales donde existen métodos tácticos para ganar posiciones superiores o en otros casos entablar posiciones inferiores. Esas secuencias lineales deben ser entendidas más que memorizadas para que la secuencia de movidas surja de la razón y que la memoria se base en la primera.
Hay que estudiar, entender y luego aplicar las leyes en los finales típicos.
En definitiva, tras estudiar y comprender habrá que transformar -como diría Rowson- el conocimiento en habilidad para ejecutarlo de manera perfecta. Para ello ha de servir jugar el final varias veces y con ambos colores.
En los finales atípicos ha de prevalecer el análisis de los mismos y el extraer ideas y maniobras para futuras ocasiones.
Mi experiencia en los finales me han llevado a esgrimir un esquema con tres puntos esenciales en la conducción de esta fase de la partida: el Bloque de las T.
1) Técnica: Se precisa conducir los finales con prolijidad y con pensamiento esquemático para poder tener suceso en el final del juego.
2) Tenacidad: Es un ingrediente foráneo al ajedrez que potencia todos los recursos técnicos y teóricos que se pueden poseer. Se emparenta con la garra. La tenacidad se pone a prueba en finales inferiores y se debe insistir en su uso para potenciarlo partida a partida.
3) Temple: Otro elemento exterior a los trebejos que se complementa con la tenacidad. Equivale a la paciencia, a la tranquilidad de espíritu que se requiere para conducir tediosos finales (sea para imponerlos o para resistirlos).
Esta trilogía de las T me parece esencial para jugar al menos decorosamente los finales desde el punto de vista práctico. Cualesquiera de los tipos de finales vistos precisa de estos tres elementos. La fe, la confianza aumentan las habilidades técnicas y teóricas que se puedan tener.
Los finales son un gran universo en los cuales nuestro telescopio ha de poder encontrar siempre un nuevo objeto que analizar.

1 comentario:

Néstor Quadri dijo...

Muy interesante el artículo Alejo. Capablanca apoyaba sus magníficos triunfos en el profundo conocimiento de los finales. La mayoría de los principantes se la pasan estudiando las aperturas y no está mal, pero el conocimiento de los finales es fundamental para la definición del juego. Por ello recomiendo siempre como práctica, jugar al "ajedrez jubilado" que consiste en finales de peones y torres como se puede ver en mi blog www.ajedrezjubilado.com.ar
Muy buenos tus blog Alejo!
Te mando un afectuoso saludo.