viernes, 23 de abril de 2010

Ajedrez para cebras: Toma XIII

La calidad de la posición, como parte de las cuatro dimensiones para abarcar el ajedrez, está compuesta a su vez por cuatro elementos que la definen:
1) Estructura de peones: Es el esqueleto de la posición y en la mayoría de las posiciones cerradas o con cadenas de peones definidas es la brújula que nos orienta donde colocar nuestras piezas. La solidez de una estructura no sólo depende de que ese conjunto de peones sea sano sino además de su movilidad. Las estructuras rígidas pese a su robustez son atacables dada su fijación.
2) Espacio: Una cosa es tener más espacio y otra tener ventaja de espacio (ésto se da cuando aparte de más terreno hay reales oportunidades de aprovecharlo). Este elemento cuando no es bien apuntalado por las piezas se puede transformar en un boomerang. De ello es que Rowson sugiere dedicarse a mantener el espacio que se tiene y no pretender ampliarlo.
3) Radio de acción: Es la influencia actual y la potencial de las piezas (la potencialidad lo distingue de la mera actividad de las piezas). Son dos cosas a valorar: la foto (actividad actual) y la película (lo que vendrá, es decir la potencialidad).
4) Seguridad: El cuidado del rey y de los peones que lo cubren es esencial. El rey, cual valiosa joya debe mantenerse en un cofre protegido donde apenas se le de una respiración (para que no le den el famoso mate pasillo). La seguridad debe tenerse en cuenta al avanzar peones del enroque pensando en potenciales ataques pero también contragolpes.
El ajedrez está demasiado impregnado de cuestiones psicológicas como para considerar a la psicología como una quinta dimensión. En cada jugada hay una decisión con un componente psicológico.
Una muy buena enumeración de factores que explican una buena parte de lo que el ajedrecista debe absorver durante el proceso de pensamiento.

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