domingo, 25 de abril de 2010

Ajedrez para cebras: Toma XIV

Hacer y ser
En algunas posiciones hacer es ir para peor, ser (sin hacer nada en concreto) puede ser más edificante. Hay que permitirle al oponente cometer errores y jamás ayudarlo a jugar bien.
Para los occidentales debo hacer mucho para que el mundo cambie, para los taoístas, no hace falta hacer demasiado para ello: lo relevante es provocar un cambio evolutivo con un esfuerzo mínimo.
El concepto del Yin-Yang concibe al mundo como dos partes de expresiones de la misma energía cósmica:
Yin: adaptación de la energía, dejar que las cosas sucedan. Parte reactiva.
Yang: aspectos creativos, hacer cosas, Parte proactiva.
Los ajedrecistas debe hacer o no hacer en algunas oportunidades. Esa proactividad natural puede fallar.
El concepto Wu-Wei se orienta, en el mismo sentido, a "nada a favor de la corriente": permitir el curso natural de las cosas una vez que se las ha entendido.
En la partida de ajedrez, por ende, no siempre hay que accionar, muchas veces basta con mantener: ser y luego el curso de los acontecimientos decantará en una victoria.
¿Filosofía oriental aplicable al ajedrez? No lo se realmente pero una muy buena línea de pensamiento sobre como pensamos frente al tablero.
"Mantenerse en los bordes de la autopista" o llevar la posición controlada sin cambios bruscos de velocidad (cuando ya tenemos ventaja adquirida) es una interesante forma de intentar imponer la supremacía.

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